LA VIDA PASA EN LA TIERRA PERO LAS FAMILIAS PUEDEN SER ETERNAS

martes, 10 de septiembre de 2013

PREPARADO PARA MORIR



El élder Russell M. Nelson dijo: 
“Recuerdo claramente una experiencia mientras volaba en un pequeño avión bimotor. De repente, uno de los motores explotó y se incendió y la hélice se detuvo por completo. Al caer en barrena hacia tierra, estaba seguro de que iba a morir. Algunos de los pasajeros gritaban aterrorizados. Milagrosamente, la vertiginosa caída extinguió las llamas, lo cual hizo funcionar el otro motor, con lo que el piloto pudo estabilizar el aparato y finalmente llegamos a tierra sanos y salvos. 
Durante todo ese contratiempo, a pesar de ‘saber’ que se avecinaba la muerte, mi idea principal era que no temía morir. Recuerdo la sensación de que volvería al hogar, a conocer a los antepasados por los que había hecho la obra en el templo; recuerdo la profunda gratitud que sentí al pensar que mi amada esposa y yo nos sellamos eternamente el uno al otro así como a nuestros hijos, que nacieron y se criaron en el convenio; me di cuenta de que mi matrimonio en el templo era mi logro más importante. Los honores de los hombres no podían ni siquiera acercarse a la paz interior que me brindaban los sellamientos efectuados en la Casa del Señor” 
(véase “Las puertas de la muerte”, Liahona, julio de 1992, pág. 82).

No hay comentarios:

Publicar un comentario